Casi una decena de agentes de la policía nacional de El Salvador describió las intensas presiones a las que se vieron sometidos para cumplir las cuotas de detenciones, según un informe de Human Rights Watch publicado esta seman
Durante mucho tiempo, las familias de quienes se vieron envueltos en las detenciones masivas de El Salvador han afirmado que la policía detuvo a hombres basándose en chismes del vecindario o en tatuajes inocentes.
Ahora, algunos agentes de policía que formaron parte de la amplia campaña del presidente Nayib Bukele contra las pandillas dicen lo mismo.
Casi una decena de agentes de la policía nacional de El Salvador describió las intensas presiones a las que se vieron sometidos para cumplir las cuotas de detenciones, según un informe de Human Rights Watch publicado esta semana, así como tres agentes de ese órgano que hablaron directamente con The New York Times, y el líder de la principal organización del país que defiende a los agentes de policía.
Las cuotas se impusieron después de que Bukele declarara el estado de excepción en 2022, que sigue vigente en la actualidad, y supervisara una campaña de detenciones masivas, dijeron los agentes y el informe.
El plan de Bukele supuso un cambio asombroso para el diminuto país centroamericano, que durante décadas había estado asolado por la violencia de las pandillas. El Salvador se convirtió rápidamente en uno de los países más seguros de la región, una hazaña que Bukele pregonó en la Casa Blanca tras encarcelar a algunos de los deportados del presidente Donald Trump.