En un sorprendente giro, el Príncipe Harry ha dado un paso significativo hacia su nueva vida en América al renunciar formalmente a su residencia británica. Según documentos recientes, el Duque de Sussex, de 39 años, ha oficializado su declaración de que Estados Unidos es ahora su hogar.
Esta decisión fue anunciada durante una reunión virtual de Travalyst, una organización de viajes sostenibles fundada por el Príncipe Harry en 2019. El momento de esta declaración no podría ser más oportuno, ya que coincide con los desafíos familiares que enfrenta, incluida la batalla contra el cáncer de su cuñada, Kate Middleton.
Desde su traslado a América en 2020 junto con su esposa, Meghan Markle, y sus hijos, el Príncipe Archie y la Princesa Lilibet, el Duque y la Duquesa de Sussex han establecido firmemente sus raíces en Montecito, California. Esta mudanza, a menudo llamada “Megxit”, captó la atención global y ahora se consolida con la renuncia formal de Harry a su residencia británica.
La partida de la pareja de su residencia en el Reino Unido, Frogmore Cottage, una propiedad otorgada por la difunta Reina Isabel II, añade un toque simbólico a esta transición. Frogmore Cottage, que sirvió como su hogar principal hasta 2023, ahora está vacío, dejando a la pareja sin una residencia oficial en el Reino Unido.
La decisión del Príncipe Harry de renunciar a su residencia británica subraya su compromiso con su nueva vida en América y sus causas benéficas. Aunque ha generado debates y especulaciones, parece que el Duque está decidido a forjar un nuevo camino, tanto personal como profesionalmente, en tierras americanas.