El presidente de EE. UU. se reunió con el presidente surcoreano en un momento en que la relación entre sus países no es la mejor. Pero se dedicó a hablar del dictador de Corea del Norte.
El presidente Donald Trump, que compareció el lunes junto al presidente de Corea del Sur, Lee Jae Myung, en un momento en que la alianza de décadas entre los dos países muestra signos de tensión, se deshizo en elogios hacia el dictador norcoreano Kim Jong-un y subrayó su relación positiva.
Trump, que parecía deseoso de inmiscuirse en uno de los asuntos más espinosos de la política coreana, mencionó repetidamente que tenía una buena relación con Kim, dijo que el Norte tenía un “gran potencial” como país y, en un momento dado, se ofreció a organizar una reunión entre Kim y Lee.
Las declaraciones en el Despacho Oval no fueron una sorpresa para un presidente que a menudo ha hablado con admiración de los autoritarios del mundo y que realizó una visita histórica para reunirse con Kim en 2019.