El presidente de EE. UU. ha amenazado con imponer más aranceles a Rusia y a sus socios comerciales y ha impuesto otros más severos a India y Brasil para tratar de influir en asuntos bélicos y políticos.
Mientras el presidente Donald Trump presiona para lograr el fin de la guerra en Ucrania, está utilizando los aranceles para intentar persuadir a Rusia de que acepte un alto al fuego que detenga su invasión.
Esta herramienta económica normalmente no se asocia con la guerra y la paz.
El mes pasado, Trump dijo que los socios comerciales de Rusia podrían enfrentarse a “aranceles muy severos”, en lo que sería una manera indirecta de intentar perjudicar a Moscú.
Para demostrar que habla en serio, Trump elevó el miércoles los aranceles sobre las importaciones procedentes de India a un extraordinario 50 por ciento, diciendo que estaba castigando al país por comprar petróleo ruso. Los impuestos serían pagados por las empresas estadounidenses importadoras de bienes y se traducirían en costos más elevados para los consumidores en Estados Unidos.
El 8 de agosto venció el plazo para que Rusia aceptara un alto al fuego, y Trump no impuso nuevos aranceles a sus socios comerciales. En lugar de eso, anunció planes para reunirse el viernes con el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Alaska.
