El uso excesivo de dispositivos digitales perjudica a los adolescentes, según sugieren las investigaciones. Pero la tecnología omnipresente podría ayudar a los estadounidenses mayores a mantenerse alertas.
Todo comenzó con un curso de mecanografía en el bachillerato.
Wanda Woods se inscribió porque su padre le aconsejó que dominar la mecanografía le ayudaría a encontrar trabajo en el futuro. En efecto, la Agencia de Protección Ambiental federal la contrató como trabajadora extraescolar cuando aún cursaba el penúltimo año.
El supervisor “me sentó y me puso delante de una máquina llamada procesador de textos”, recordó Woods, que ahora tiene 67 años. “Era grande y voluminosa y utilizaba tarjetas magnéticas para almacenar información. Yo pensé: ‘Esto me gusta’”.
Décadas más tarde, seguía gustándole. En 2012, el primer año en que más de la mitad de los estadounidenses mayores de 65 años utilizaron el internet, Woods puso en marcha un negocio de formación informática.
Ahora es instructora en Senior Planet de Denver, una iniciativa respaldada por la Asociación Estadounidense de Personas Jubiladas (AARP, por su sigla en inglés) que busca ayudar a las personas mayores a aprender y mantenerse al día con la tecnología. Woods no tiene planes de jubilarse. Seguir involucrada con la tecnología “también me mantiene informada”, aseguró.
