Las tensiones entre el presidente Trump y el mandatario de Brasil podrían descarrilar una prometedora alianza para hacer uso de la segunda mayor reserva mundial de estos minerales.
Brasil tiene una riqueza que gran parte del mundo codicia enterrada en capas de arcilla y roca: millones de toneladas de minerales de tierras raras necesarios para construir drones y robots, coches eléctricos y misiles teledirigidos.
Durante años, Brasil y Estados Unidos han conversado discretamente cómo la inversión y la asistencia estadounidenses podrían ayudar al país sudamericano a obtener estas vastas reservas de tierras raras, las segundas mayores del mundo.
Pero ahora, la crisis diplomática entre las dos naciones más grandes del hemisferio occidental corre el riesgo de descarrilar años de esfuerzos estadounidenses para asegurar el acceso a las tierras raras de Brasil.
Al suavizar el control de China en minerales estratégicos cruciales para las economías y los campos de batalla del futuro, ambas naciones saldrían ganando con esa alianza, según funcionarios brasileños y exfuncionarios estadounidenses.