Dos días después de las mortales inundaciones, la agencia tuvo problemas con su línea de asistencia por desastre, según documentos revisados por The New York Times.
Dos días después de las catastróficas inundaciones que asolaron el centro de Texas, la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por su sigla en inglés) no respondió a casi dos tercios de las llamadas que llegaron a su línea de asistencia por desastre, según documentos revisados por The New York Times.
La falta de capacidad de respuesta se debió a que la agencia había despedido a cientos de contratistas de los centros de llamadas, según una persona informada del asunto que habló bajo condición de anonimato para poder compartir asuntos internos.
La agencia despidió a los contratistas el 5 de julio después de que sus contratos expiraran y no fueran prorrogados, según los documentos y la persona informada sobre el asunto. Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional, quien ha instituido un nuevo requisito según el cual ella debe aprobar personalmente los gastos superiores a 100.000 dólares, no renovó los contratos hasta el jueves, cinco días después de que vencieran. La FEMA forma parte del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por su sigla en inglés).
Los detalles sobre las llamadas que no fueron atendidas el 6 de julio, de los que no se había informado anteriormente, se producen en un momento en que la FEMA se enfrenta a un intenso escrutinio debido a su respuesta a las inundaciones de Texas, que han causado la muerte de más de 120 personas. La agencia, que el presidente Donald Trump ha pedido que se elimine, ha tardado en activar determinados equipos que coordinan la respuesta y las labores de búsqueda y rescate.
“Cuando se produce un desastre natural, aumentan las llamadas telefónicas y, en consecuencia, los tiempos de espera. A pesar de esta afluencia prevista, el centro de llamadas por desastres de la FEMA respondió a todas las personas que llamaron con rapidez y eficacia, y se aseguró de que nadie se quedara sin asistencia”, escribió en un correo electrónico una vocera del Departamento de Seguridad Nacional, que pidió no ser identificada, al solicitársele comentarios.